Querido y añoradísimo amigo Carlos:
Hace apenas un mes que te fuiste y no hemos podido dejar de pensarte, de añorarte y de quererte ni un solo día. Quizás ni una hora. En este tiempo han pasado algunas cosas mejores y peores. Algunos han tenido momentos malos, aunque, por fortuna, se van recuperando, otros están a la espera de resultados médicos y unos cuantos atraviesan un momento dulce. Tú eres artífice en parte de los pequeños éxitos individuales de cada uno. Ojalá vieses al gran Jota, fino y en forma como nunca. Tú eres una pequeña parte de lo que es ahora, como lo eres también de uno de tus discípulos más fieles: Carlos Soria, cuya progresión, año tras año, se hace muy palpable y de cuyos métodos de entrenamiento tú eres principal artífice. Qué orgulloso estarías de él... la gente que va a las marchas: Luis Planas, Luis María, Pedro y Alberto “Dalton”, Manolo... oyentes de tus consejos antes de cualquier prueba y algunos en un momento grande de forma. La parte del club que sale los domingos a disfrutar de verdad de un día de ciclismo... todos en algún momento hemos necesitado de tus palabras y tus orientaciones y, sobre todo, de tu psicología orientada al atleta, capaz de dar alas al más depresivo. Créeme, tu legado permanecerá durante muchos años. Nos has marcado para siempre.
Especial mención queremos hacer a ese primer puesto conseguido por Ignacio este domingo pasado en la Marcha perteneciente al Circuito Spiuk que se celebró en Alovera y que fue dedicado a ti, de la tierra al cielo con un sentimiento de alegría aleado con tristeza. La tristeza de no tenerte ¿viste como subía? Apuesto a que sí, a que por allí andabas dándole el aliento necesario. Hoy quisiéramos haberlo celebrado contigo. Todos hubiésemos deseado oír tus palabras de reconocimiento y alegría sincera para este compañero que ha luchado y se ha sacrificado mucho para obtener este premio. Queríamos sentir el abrazo de tu voz alegre, feliz y orgullosa por tu compañero. Queríamos ver el brillo de tus ojos emocionados mirando a Ignacio, henchido de satisfacción, por el triunfo logrado... en definitiva, te queríamos aquí, entre nosotros y no queríamos escribir una carta al viento, con destinatario pero sin destino. De una forma o de otra, estés donde estés, va por ti, amigo nuestro. Te seguiremos recordando con emoción y nostalgia, pero siempre con alegría.
Un Abrazo Emocionado y hasta la próxima victoria.
Club Ciclista Vicálvaro